El embarazo es una etapa de grandes cambios para las mujeres tanto a nivel físico como emocional. Desde la antigüedad se creía que la ansiedad y el estrés tenían un efecto en el desarrollo del feto. Hoy en día, diversos estudios demuestran que la ansiedad materna puede derivar en consecuencias que van desde un parto prematuro, alteraciones congénitas hasta alteraciones de conducta y problemas emocionales en la infancia.
Además de los cambios hormonales que afectan el estado de ánimo, las preocupaciones de la vida actual son otro de los factores que pueden llegar a desequilibrar el embarazo. Por fortuna, existen distintas técnicas y métodos que pueden ayudar a aliviar la ansiedad y el estrés. Uno de ellos es Kundalini Yoga, también llamado Yoga de la Conciencia, una disciplina ancestral de la India que busca logra “una felicidad estable”.
La maestra de Kundalini Yoga, Akasha Kaur, instructora y autora del libro Embarazo Feliz, aconseja a toda madre practicarlo en cualquier etapa de su embarazo, incluso cuando está a punto de dar a luz y especialmente si es un embarazo de alto riesgo, múltiple o se trata de una madre mayor. Aunque siempre es recomendable consultar al médico.
- La madre logrará entrar en completa conexión con su bebé.
- Se sentirá más preparada para el parto.
- Aprenderá a relajarse totalmente.
- Ensayará cómo tener calma suficiente para canalizar el dolor.
- Reconocerá métodos a estar tranquila durante el proceso del nacimiento.
- Será más fuerte y flexible, especialmente en la parte de brazos, pelvis, espalda, abdomen, columna.
- Podrá ser capaz de calmar las molestias propias del embarazo como dolores de espalda, náuseas, estreñimiento, mareos, etc., con ejercicios y posturas específicas.
Una sesión de Yoga Kundalini Prenatal se practica sobre un tapete de yoga, con los pies desnudos y el pelo cubierto por una pañoleta, la ropa, por supuesto, debe ser lo más cómoda posible. Consta de los siguientes cinco pasos:
Para Akasha Kaur, un embarazo feliz sucede cuando se logra trascender el amor a través de un hijo. Cuando hay aceptación del embarazo, de la pareja y en sí misma. Una sesión en pareja siempre tiene el doble de resultados y es un reconocimiento consciente del amor a un mayor nivel. Por eso, nada mejor que una madre preparada y concentrada en ella misma.